Trocherías, paremias y otras malas hierbas
enriquelacomba

Haikús de invierno” es como un mosaico de pequeñas te-selas de las que el colorido, el olor, la luz o el mínimo paisa-je, que se adivina en esas pocas sílabas, son como el muestra-rio que los antiguos herbolarios iban recogiendo de aquí y de allá una hierba, una hoja tierna o seca, una raíz. El aroma de este mosaico es como el aquellas viejas tiendas de hierbas y plantas. En él aparecen, se traslucen mejor, caminos, troncos, amigos, tapias, gatos, mirlos, casas, copos de nieve, nieblas … Un mundo quizás ya perdido hoy; pero presente en los rincones de nuestras frentes. Mundos mínimos; pero hondamente arraigados en nosotros.
Seguramente el ámbito que alcance a iluminar este poema-rio sea también mínimo, no mayor que el ámbito de la luz, con que nos iluminaban aquellos viejos candiles de aceite de hace ya muchos años. Pero a esa reducida intimidad y a quienes hoy todavía son capaces de sentirla se vierten estos haikús de invierno.