Poe vive y los universos steampunk
Lorena Tercon Arbiza

Más que un libro, es un portal a lo imposible.
El gato que tejía hechizos con hilos de azúcar robados a la luna nueva y otras historias imposibles no es solo una colección de relatos: es una caja de música con patas, un mapa de universos donde los gatos son brujos, náufragos cuánticos y cómplices de tus secretos más íntimos. En este libro me di el lujo de no escribir: tejí realidades con palabras que huelen a albahaca bajo la lluvia y a azúcar robada de sueños.
Cada cuento es un hechizo. En uno, un gato ronronea zafiros que son puertas a mares olvidados; en otro, un felino bifurca tu vida en dos colas; hay uno que vive entre espejos y otro que es solo un eco de luz. Leerlo es sentir un roce de bigotes en el alma, como si el libro te observara desde el estante, esperando que te des cuenta de que vos podés ser el gato.
Si alguna vez sentiste un ronroneo en la nuca cuando no había nadie, si encontraste huellas de patas en un libro que juraste no haber leído, este texto ya te eligió. Porque los gatos cuánticos no tienen lectores: tienen cómplices.